Si has llegado hasta aquí es porque tienes interés sobre la vinculación energética de tu hogar y tu cuenco tibetano. En este artículo vamos a hablarte de la relación de la filosofía Feng Shui con tu cuento tibetano y cómo pueden actuar juntos en tu hogar. Pero… empecemos por el principio.
¿Qué es el Feng Shui?
El Feng Shui es una técnica que persigue el equilibrio de la energía de una persona a través de la decoración de los espacios donde vive y desarrolla sus actividades cotidianas. Es una filosofía china desde hace más de 3.500 años que se traduce de forma literal como “viento y agua”. Según esta filosofía, cuando te cuesta dormir, tienes tristeza o alguna situación negativa o tensión, existe algo que está impidiendo el desplazamiento de la energía positiva.
En coherencia con el Feng Shui la armonía del hogar, los objetos que forman la decoración del hogar y su dirección, lugares, colores y otros aspectos ejercen un inmenso poder sobre ti y sobre las personas que viven día a día contigo.
¿Cuáles son los orígenes del Feng Shui?
En sus orígenes, el Feng Shui estudiaba los cambios producidos en los astros, el clima y la naturaleza, con el objetivo de entender cómo afectan estos a la energía vital de las personas. A partir de la época de la China imperial, el Feng Shui pasó a ser de uso exclusivo para las clases altas, que lo aplicaban en palacios y tumbas, pero, cuando la República apareció, el Feng Shui se convirtió en una filosofía prohibida.
Por eso, actualmente, los centros especializados de difusión del Feng Shui no residen en China, sino en Hong Kong, Malasia y Taiwán. Ha sido en la última década del siglo XX donde se ha ido popularizando y extendiéndose por el mundo.
¿Para qué sirve el Feng Shui?
Hoy en día, el Feng Shui se utiliza para acumular energía positiva, favorecer la salud, las buenas relaciones familiares, atraer dinero, inspiración y bienestar. ¿Cómo te imaginas tu paraíso? Es decir, tu lugar perfecto. Es fácil que ese lugar forme parte de la naturaleza, ya que es el mejor ejemplo de equilibrio, armonía y belleza. ¿Te imaginas tener esas sensaciones en tu propia casa? eso es lo que persigue el Feng Shui en casa.
Los espacios influyen en nosotros mucho más de lo que podemos imaginar, a través de los colores, las formas, los materiales… y esto se debe al chi. Vamos a contarte qué es el chi.
¿Qué es el chi?
El chi es la energía vital que une el cuerpo, la mente y el espíritu. Este flujo de energía permanece en constante movimiento y se manifiesta de diferentes formas. Esta energía chi es intangible por cualquier ser vivo y no sólo se encuentra en ellos, sino que también está en los espacios. No la podemos tocar pero sí la podemos sentir.
¿Alguna vez te ha pasado entrar en un lugar y, sin saber por qué, no te has sentido a gusto y has querido marcharte? o al contrario, entrar en un lugar y tener esa sensación de no querer irte.
Nuestros espacios son un reflejo de nosotros mismos y todo lo que hay en ellos nos influyen en la asociación de vivencias, proyecciones… el Feng Shui nos lleva a entender que los espacios de nuestra casa son entidades vivas que nos influyen de forma constante, que nos lleva a una nueva forma de entender nuestro espacio.
Uno de los principios fundamentales del Feng Shui es que TODO CAMBIA y nuestras casas son un pilar fundamental para apoyar estos cambios.
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Cuencos tibetanos y Feng Shui
Vamos a descubrir la relación de los cuencos tibetanos con el Feng Shui en casa.
Los sonidos y las vibraciones están de forma constante presentes en nuestra vida. El sentido del oído nos influye a nivel sensorial y perceptivo, ya que el sonido, dentro del cuerpo humano, se transforma en impulsos eléctricos neurológicos que pueden influir directamente en nuestro estado de ánimo. Alucinante, ¿verdad? Esa es la esencia de los cuencos tibetanos.
La psicoacústica estudia el modo en el que el sonido impacta sobre el cerebro y la respuesta de carácter psicológico que los sonidos provocan a nivel emocional. Es decir, estudia la relación entre las propiedades físicas del sonido y la interpretación que hace de ellas el cerebro. A través de la psicoacústica se ha comprobado de qué manera los patrones acústicos básicos que están presentes en la naturaleza han modelado nuestra audición durante milenios. Esto explicaría por qué cuando estamos en la naturaleza experimentamos sensaciones placenteras.
El ser humano reacciona ante los sonidos y sus vibraciones, además las células de nuestro organismo vibran a una determinada frecuencia para mantener un equilibrio y armonía en nuestro interior. Una descompensación vibratoria de las células podría desencadenar malestar físico. En este sentido, los cuencos tibetanos podrían llegar a emitir vibraciones a alta frecuencia capaces de equilibrar procesos celulares al alterar su vibración.
Los cuencos tibetanos tienen la capacidad de emitir esas vibraciones que facilitan estados de meditación y relajación. La frecuencia que emiten los cuencos tibetanos ejercen una fuerte influencia sobre el cuenco y la mente, así como los espacios, elevando el nivel vibracional y produciendo estados de paz y bienestar.
Uno de los propósitos por lo que fueron creados los cuencos tibetanos fue para reproducir el sonido del “om”, el mantra sagrado indú y budista. Este sonido es el que se originó de la primera vibración que surge del vacío. El concepto del vacío está presente en la metafísica china y el Feng Shui como la potencialidad pura de la que surgen todas las posibilidades. Así, el sonido de los cuencos nos induce a este sentido del vacío con la energía de su alta frecuencia. Este es uno de los motivos de la relación estrecha que existe entre los cuencos tibetanos y el Feng Shui.
Los cuencos tibetanos se utilizan en Feng Shui para armonizar y equilibrar la energía de los espacios principalmente. Los cuencos tibetanos son considerados guías que te acompañan para equilibrarte y encontrar respuestas a tus dudas.
¿Cómo armonizar un espacio con un cuenco tibetano?
Cuando sintamos que estamos en un lugar en el que nos sentimos incómodos por su energía, ya sea por una discusión, porque han entrado personas que te transmiten mala energía o incluso cuando nos mudamos y vamos a vivir a un lugar nuevo, es cuando conviene realizar una limpieza energética. Una limpieza energética se puede realizar de muchas maneras, como por ejemplo, con sal, inciensos o en nuestro caso, con sonido. Es en este caso en el que entran en juego los cuencos tibetanos.
Vamos a explicarte cómo realizar una limpieza energética con un cuenco tibetano para favorecer el Feng Shui de tu hogar.
Limpieza energética con cuenco tibetano paso a paso – Feng Shui
Toma conciencia
El primer paso es tomar conciencia de qué objetivo tienes con la limpieza energética. En nuestro caso será realizar una limpieza energética de un espacio.
Respiraciones y relajación
Una vez tengas el cuenco tibetano en tus manos debes tomarte un primer momento para realizar una serie de respiraciones que te hagan tomar conciencia del inicio del proceso y consigan una relajación en ti y en tu mente. Céntrate en el sonido y presta especial atención a los cambios de este, ya que te estará indicando una posible alteración en la energía.
Golpeo inicial
Golpea el cuenco con la maza mirando hacia el interior y cuando el sonido se inicie, desplaza el cuenco de arriba a baja con lentitud y suavidad tres veces.
Recorrido por la vivienda
Haz el recorrido por la vivienda durante tres veces y repite el triple golpeo y subida y bajada del cuenco en aquellos espacios que quieras limpiar energéticamente. Se recomienda realizar especial hincapié en las esquinas, ya que es el lugar donde se acumula la mala energía de la misma manera que pasa con el polvo.
Golpe final
Una vez realices todo el proceso debes realizar el triple golpeo, al igual que al inicio, en la entrada de la vivienda, para culminar el proceso. ¿Nos ponemos en marcha para armonizar los espacios de tu hogar?
Esperamos que te haya servido nuestra explicación, solamente queda ponerlo en práctica y equilibrar tu cuerpo, mente y hogar a través de tu cuenco tibetano.